Aunque el Shar-Pei suele ser desconfiado y distante con los desconocidos, si ha tenido una buena sociabilización se integran muy bien en su nueva familia, sintiendo adoración por los niños, con los que jugara hasta el agotamiento y a los que defenderá sin dudar ni un momento.
Es un perro bastante tozudo y muy teatrero, que consigue convencernos de aquello que el desea.
El Shar Pei tiene una inteligencia muy rápida. Sin embargo, su gran inteligencia puede ocasionar aburrimiento en un entrenamiento demasiado repetitivo. El entrenamiento, debe combinarse con el juego y nuevas tareas a realizar y sobre todo; demostrarle que su dueño se siente muy contento con lo que esta haciendo.
Es mejor siempre el premio al castigo.
Es mejor ignorarlo que castigarlo.
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